Advaita: la filosofía de la no dualidad y la unidad del ser

Desde el preciso momento en que abrimos los ojos al mundo, nos vemos inmersos en una percepción de separación: yo y los otros, luz y oscuridad, vida y muerte. Pero, ¿y si esta realidad fragmentada fuera simplemente una ilusión? ¿Sobre qué pasaría si, en lugar de múltiples entidades, solo existiera una única esencia?

Esta es la esencia de Advaita Vedanta, la filosofía de la no dualidad que nos invita a despertar a una verdad primordial: todo es uno. La separación entre el yo y el universo, entre lo divino y lo mundano, se disuelve al reconocer que solo existe una realidad infinita, eterna y absoluta.

¿Qué es Advaita Vedanta?

La palabra Advaita significa “no dos” en sánscrito, y Vedanta se refiere a la culminación del conocimiento que abarca los antiguos textos sagrados conocidos como los Upanishads. Esta sabia enseñanza fue consolidada por el venerado Adi Shankaracharya en el siglo VIII, quien expuso la idea de que la dualidad es una mera ilusión (maya). En realidad, cada percepción que tenemos es simplemente la manifestación de una única realidad última: Brahman, la conciencia infinita que todo lo permea.

La ilusión de la separación

Reflexiona sobre el funcionamiento de nuestra mente: constantemente clasificamos, comparamos y dividimos la experiencia en opuestos, creyendo que somos individuos separados debido a nuestras limitaciones sensoriales y mentales. Pero Advaita nos recuerda que esta separación es similar a las olas del océano. Aunque las olas aparentan ser distintas, en última instancia, todas ellas son agua. De la misma manera, cada ser y cada objeto que percibimos es una manifestación de esa unidad absoluta que nos envuelve.

Los tres pilares de Advaita

Para comprender y adentrarse en esta profunda filosofía, sus enseñanzas pueden resumirse en tres afirmaciones fundamentales:

  1. Brahman es la única realidad absoluta: todo lo que existe es una única conciencia infinita que nos conecta a todos.
  2. El mundo es una ilusión (maya): la apariencia de separación es simplemente una distorsión de nuestra percepción limitada.
  3. El yo individual (atman) es Brahman: en esencia, no somos entidades separadas, sino la misma manifestación de la realidad universal.

Esto implica que no necesitamos buscar a Dios o la iluminación en el exterior, ya que, en el fondo, somos parte de lo infinito y lo sagrado.

Cómo experimentar la no dualidad

La no dualidad no se trata solo de un concepto filosófico, sino que es una experiencia directa que podemos cultivar a través de diversas prácticas. Aquí compartimos algunas maneras efectivas de conectar con esta realidad:

1. Autoindagación (jnana yoga)

Imagina hacerte constantemente la pregunta: ¿Quién soy yo? Al indagar más allá de tu cuerpo, mente y emociones, puedes descubrir que no eres ninguno de esos elementos, sino simplemente la conciencia pura que trasciende todo lo material y percibido.

2. Meditación en la unidad

En lugar de tomar el mundo como un conjunto de entidades separadas, intenta cambiar tu perspectiva y verlo como un todo interconectado. Practica observar cómo todo se relaciona entre sí y mira a quienes te rodean reconociendo que no son diferentes de ti, sino manifestaciones de la misma esencia.

3. Desapego de la ilusión (viveka y vairagya)

Advaita nos enseña la importancia de desprendernos de nuestras identidades temporales. Al liberarte de la identificación con el ego, experimentarás que el miedo y el deseo pierden su influencia, permitiéndote vivir en una mayor calma y paz.

La vida desde Advaita

Imagina un instante en el que realmente puedas experimentar el mundo sin la carga de la separación.

  • El miedo se disiparía, ya que no habría un «otro» al que temer.
  • El amor fluiría incondicionalmente, puesto que no existiría la distinción entre quien ama y aquel que es amado.
  • La paz se convertiría en algo natural, porque en un estado de no dualidad no habría conflicto que resolver.

Vivir desde la perspectiva de Advaita implica fluir con los acontecimientos de la vida sin resistencia, reconociendo que somos el océano y no solo una ola efímera.

Conclusión

Advaita no es simplemente una filosofía; es una profunda invitación a despertar a nuestra verdadera naturaleza. No hay nada que alcanzar, porque ya somos lo que buscamos. La pregunta que realmente debemos hacernos no es «¿cómo puedo unirme a lo divino?», sino «¿qué me impide ver que ya soy uno con todo?».

La respuesta se encuentra dentro de ti, aquí y ahora, en cada instante de tu vida. Te invito a explorar y descubrir esta verdad, permitiendo que el viaje hacia la no dualidad transforme tu percepción y, por ende, tu realidad.

Para seguir profundizando en esta fascinante filosofía de la no dualidad, te recomiendo explorar el artículo sobre los Siddhis en el yoga, donde descubrirás cómo cultivar poderes psíquicos de manera responsable. Además, no te pierdas la oportunidad de conocer qué significa Moksha y su importancia en el camino espiritual. Por último, el artículo sobre la vibración del mantra OM te ofrecerá una visión profunda de cómo este sonido influye en tu energía vital y conciencia. ¡Disfruta de la lectura y de la transformación que conlleva!

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