Liberar estrés laboral.
Bienvenidos a esta sesión de Yoga Nidra dedicada a liberar el estrés y las preocupaciones del trabajo. Te invito a encontrar un espacio tranquilo donde puedas acostarte y relajarte sin interrupciones. Acomódate en una posición cómoda, cierra tus ojos y comienza a soltar las tensiones del día. Permítete este tiempo para cuidar de ti, dejando a un lado cualquier pensamiento relacionado con el trabajo.
Enfócate en tu respiración. Inspira profundamente, llenando tus pulmones de aire fresco y revitalizante. Al exhalar, imagina cómo todas las preocupaciones y el estrés del trabajo se van disipando. Con cada respiración, siente cómo te sumerges más profundamente en un estado de tranquilidad y paz.
Ahora, vamos a relajar cada parte de tu cuerpo. Comienza por tus pies, relajando cada dedo, luego tus tobillos, pantorrillas y rodillas. Siente cómo la relajación sube por tus muslos, caderas y abdomen. Deja que tu pecho, hombros y cuello se liberen de cualquier tensión. Relaja tus brazos, manos y cada uno de tus dedos. Por último, relaja los músculos de tu rostro, suavizando tu frente, tus ojos, mejillas y mandíbula.
Imagina que estás en un lugar pacífico, lejos del bullicio de la vida laboral. Podría ser una playa tranquila, un bosque sereno o un prado soleado. Visualiza este lugar en detalle, los sonidos, los colores, las sensaciones. Aquí, no hay correos electrónicos, llamadas ni reuniones. Es un santuario personal donde puedes descansar y rejuvenecer.
Mientras te encuentras en este estado de calma, tu mente está abierta a recibir sugerencias positivas. Escucha estas palabras: «Soy capaz de manejar el estrés laboral con serenidad». «Cada día, encuentro un equilibrio saludable entre el trabajo y el descanso». «Merezco momentos de paz y no permito que el trabajo afecte mi bienestar». Estas afirmaciones te ayudarán a gestionar mejor el estrés y a mantener una actitud positiva ante los desafíos laborales.
Comienza a traer tu atención de regreso al presente. Toma conciencia de tu cuerpo y del espacio que te rodea. Mueve suavemente tus dedos de las manos y los pies, estirándote ligeramente si lo necesitas. Cuando te sientas listo, abre los ojos lentamente, llevando contigo la sensación de calma y renovación. Recuerda que puedes regresar a este lugar de paz siempre que lo necesites. Gracias por dedicar este tiempo a tu bienestar.