Si ya tienes experiencia en Yoga y buscas desafíos que te ayuden a crecer en tu práctica, las posturas o asanas de nivel intermedio son el siguiente paso. Estas asanas no solo aumentarán tu fuerza y flexibilidad, sino que también te permitirán explorar nuevas dimensiones de tu práctica de Yoga.
1. Paripurna Navasana (Postura del Barco Completo): Esta asana es un excelente desafío para tu núcleo y tu equilibrio. Sentado con las piernas extendidas, te inclinas hacia atrás ligeramente y elevas las piernas formando un ángulo de 45 grados, manteniendo los brazos paralelos al suelo. La Postura del Barco no solo fortalece los abdominales y la espalda baja, sino que también mejora la digestión y estimula los riñones.
2. Ardha Chandrasana (Postura de la Media Luna): Una postura elegante que desafía tu equilibrio y concentración. Desde la Postura del Triángulo, te inclinas hacia adelante colocando una mano en el suelo y elevando la otra pierna, abriendo el pecho y la cadera hacia el cielo. La Media Luna fortalece tus piernas y tobillos, mejora la coordinación y el equilibrio, y es excelente para estirar los muslos, los glúteos y la columna vertebral.
3. Setu Bandha Sarvangasana (Postura del Puente): Ideal para abrir el pecho y fortalecer la espalda baja. Acostado boca arriba, doblas las rodillas y colocas los pies en el suelo. Al inhalar, elevas las caderas, entrelazando las manos debajo de tu cuerpo. Esta asana no solo fortalece las piernas y la espalda, sino que también alivia el estrés y la ansiedad.
4. Virabhadrasana II (Postura del Guerrero II): Una postura poderosa que simboliza la fuerza y la resistencia. Con un paso amplio, extiendes los brazos y giras el torso hacia el lado, manteniendo una pierna doblada en un ángulo de 90 grados y la otra extendida. El Guerrero II mejora la estabilidad, fortalece las piernas y los brazos, y estimula la concentración y la resistencia.
5. Utkatasana (Postura de la Silla): Esta asana es un verdadero desafío para las piernas y el núcleo. De pie, doblas las rodillas como si te sentaras en una silla imaginaria, manteniendo la espalda recta y extendiendo los brazos hacia arriba. Utkatasana fortalece los muslos y tobillos, tonifica los órganos abdominales y la columna, y revitaliza el corazón.
6. Uttana Shishosana (Postura del Perrito Extendido): Una versión más intensa de la Postura del Niño, donde extiendes los brazos hacia adelante mientras mantienes las caderas sobre las rodillas. Esta postura estira la columna, los hombros y el cuello, aliviando la tensión y mejorando la flexibilidad.
Estas posturas o asanas de nivel intermedio son ideales para profundizar tu práctica y explorar nuevas capacidades en tu cuerpo. Al incorporar estas asanas en tu rutina regular, no solo mejorarás en fuerza y flexibilidad, sino que también descubrirás una mayor armonía entre cuerpo y mente. Recuerda siempre escuchar a tu cuerpo y practicar con atención plena para disfrutar plenamente de los beneficios del Yoga.