Los 7 principios del hermetismo

El hermetismo es una antigua tradición filosófica y espiritual que ha influido profundamente en diversas corrientes esotéricas y religiosas a lo largo de la historia. Basado en las enseñanzas atribuidas a Hermes Trismegisto, una figura que combina aspectos del dios griego Hermes y del egipcio Thot, el hermetismo ofrece una visión profunda y estructurada sobre el funcionamiento del universo y el lugar del ser humano en él. En el centro de estas enseñanzas se encuentran los 7 principios del hermetismo, que actúan como pilares fundamentales para entender las leyes universales.

1. El principio del mentalismo: «El todo es mente; el universo es mental»

El primer principio establece que la realidad que percibimos y experimentamos es producto de la mente universal. Todo lo que existe, desde lo material hasta lo espiritual, es una manifestación de esta mente infinita. Este concepto sugiere que los pensamientos tienen el poder de moldear la realidad, una idea que resuena con muchas corrientes modernas como la ley de la atracción o el poder del pensamiento positivo. Entender este principio invita a la reflexión sobre cómo nuestros pensamientos afectan nuestra vida cotidiana.

2. El principio de correspondencia: «Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba»

Quizá el más conocido de los 7 principios del hermetismo, este axioma nos enseña que existen paralelismos entre diferentes niveles de la realidad. Lo que sucede en el macrocosmos (el universo) se refleja en el microcosmos (el individuo). Esta relación de correspondencia sugiere que estudiando un nivel de la existencia, podemos comprender otros. Este principio se aplica tanto en el ámbito espiritual como en el material, y su comprensión permite desarrollar una perspectiva más amplia de las interconexiones en el universo.

3. El principio de vibración: «Nada descansa; todo se mueve; todo vibra»

Todo en el universo, desde la materia más densa hasta los pensamientos más abstractos, está en constante movimiento. El tercer principio del hermetismo señala que todo tiene una frecuencia vibratoria. Las diferencias entre la materia física, la energía y el espíritu son solo una cuestión de vibración. Este concepto puede encontrarse en la ciencia moderna, especialmente en la física cuántica, que ha descubierto que la materia, en su esencia, no es sólida, sino que está compuesta por partículas en vibración constante.

4. El principio de polaridad: «Todo es doble; todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos»

Este principio postula que todo en el universo tiene un polo opuesto, pero estos opuestos no son absolutos, sino que son dos extremos de la misma cosa. Por ejemplo, el frío y el calor son dos manifestaciones de la misma energía térmica. Lo mismo puede decirse de la luz y la oscuridad, el amor y el odio. Este principio invita a los individuos a reconocer que los extremos pueden ser transformados, lo que implica que lo negativo puede transmutarse en positivo con el conocimiento y la práctica.

5. El principio del ritmo: «Todo fluye y refluye; todo tiene sus periodos de avance y retroceso»

El universo sigue ciclos, un ritmo constante de expansión y contracción, de creación y destrucción. Este principio enseña que la vida es un flujo constante de cambios, y que todo lo que sube, eventualmente baja, y viceversa. Esta ley está presente en las estaciones del año, en los ciclos lunares, y en nuestras propias emociones y experiencias. Comprender el principio del ritmo ayuda a aceptar los altibajos de la vida y a prepararse mejor para los inevitables cambios que ocurren.

6. El principio de causa y efecto: «Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa»

Este principio afirma que nada ocurre por azar. Todo lo que sucede es el resultado de una causa anterior, y cada acción genera un efecto. En el ámbito espiritual, este concepto está relacionado con el karma, la idea de que nuestras acciones tienen consecuencias que tarde o temprano se manifestarán. En la vida diaria, este principio nos insta a ser conscientes de nuestras acciones y decisiones, sabiendo que cada una de ellas generará resultados que, en última instancia, tendremos que enfrentar.

7. El principio de generación: «La generación existe por doquier; todo tiene sus principios masculino y femenino»

El séptimo principio nos enseña que en todo lo creado existe un equilibrio entre las energías masculina y femenina. Estas energías no tienen que ver con el género, sino con cualidades universales que se manifiestan en la naturaleza, la creatividad, y el espíritu. El principio masculino es activo, dador y proyectivo, mientras que el femenino es receptivo, nutritivo y formativo. Ambos son necesarios para que la creación ocurra. Este principio se puede observar en la naturaleza, en las relaciones humanas y en el propio proceso creativo.

Reflexión final: los 7 principios del hermetismo en la vida moderna

Aunque los 7 principios del hermetismo fueron formulados hace miles de años, siguen siendo relevantes en la actualidad. Estos principios ofrecen una estructura para comprender cómo funciona el universo y cómo podemos alinearnos con sus leyes para vivir de manera más armónica y consciente. Estudiar y aplicar estos principios en la vida diaria puede ayudar a las personas a mejorar su comprensión de sí mismas, de los demás y del mundo que las rodea, fomentando una mayor conexión con la realidad espiritual y material.

Al integrar estos principios en la vida cotidiana, se abre la puerta a una perspectiva más amplia de la existencia, donde todo está interrelacionado y nada es producto del azar.

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